La Argentina y la energía

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En qué posición se encuentra la Argentina del bicentenario en la carrera de la producción de la energía.
Hoy la gran dependencia al uso del petróleo como fuente principal de la energía en el mundo y ante la crisis de su agotamiento nos lleva a pensar en sustitutos, entre ellos los biocombustibles.
La Argentina se consolidó a los 100 años como un país agrícola, siendo considerado el granero del mundo.
Después de 200 años ¿Podremos ser también proveedores de energía?
En los últimos tiempos los biocombustibles se han instalado en el centro del tablero. De repente pasaron a estar en boca de todo el mundo desatando un apasionado debate sobre sus virtudes, limitaciones y defectos. En este contexto, la información de base acerca de estos es imprescindible.
Intentaremos aportar algo en este sentido
El primer gran interrogante es qué son los biocombustibles. Se trata de productos destinados a la combustión en motores o calderas, obtenidos a partir del procesamiento de diversos elementos de la biomasa. Otra definición los considera como los sustitutos de los combustibles convencionales, que se obtienen a partir de fuentes biológicas, pero esta no es una buena definición ya que el petróleo también es de origen biológico. Ambos son producto de la fotosíntesis. La verdadera diferencia entre los derivados del petróleo y los biocombustibles radica en que los primeros son fósiles, y los segundos renovables. El petróleo es fotosíntesis vieja cuyos frutos fueron enterrados hace millones de años. Su condición de fósil implica que su cantidad es limitada.
Entre los tipos más difundidos de combustibles de origen renovable se encuentran: el bioetanol complementario o sustitutivo de las naftas o gasolinas, elaborado a partir de la fermentación y destilación de azúcar de caña o de remolacha azucarera, el biodiesel que complementa o reemplaza al diesel, producido a partir de la transformación de aceites vegetales, y por último el sustituto del gas natural, es el biogás elaborado a partir de la descomposición de materia orgánica.
Un dato relevante es el ciclo de los biocombustibles: Tanto el etanol como el biodiesel se producen a partir de los vegetales, a través de la fotosíntesis. Este proceso se produce a partir de que la luz llega a la hoja y es absorbida por la clorofila. Luego la planta absorbe CO2 (di óxido de carbono), luz, agua y otros nutrientes, y fabrica los azúcares. Por último libera oxígeno a través de las hojas. Esto constituiría el primer paso del ciclo. Le sigue la fabricación y la distribución del combustible. De aquí en adelante comienza la utilización. Al ser usado por los automóviles, libera di óxido de carbono y agua. De esta forma se produce el retorno, es decir que el CO2 y el agua retornan a la atmósfera, reiniciando el ciclo.
En abril de 2006, Argentina sancionó una ley de fomento a la producción de biocombustibles, que contemplaba una serie de beneficios fiscales para los productores durante quince años. La misma establecía que a partir de 2010, sería obligatorio mezclar la nafta con un 5 % de etanol, y el gasoil con un 5 % de biodiésel. De esto surge un interrogante que quedará abierto, ya estamos en 2010, dicho proyecto ¿tendrá vigencia? , o tan sólo quedará archivado como un punto más de ese incipiente marco legal que ha intentado promover el desarrollo de los combustibles renovables.
Ventajas de los biocombustibles en general:
· Son de origen renovable, por lo que no se agotan, se renuevan continuamente. Se producen en un ciclo continuo, no son como los derivados del petróleo que se movilizan reservas de miles y miles de años y que tienen un fin.
· Son menos contaminantes. Reducen el 80% de las emisiones de CO2, causantes del efecto invernadero; disminuye las emisiones de azufre, principal motivo de la lluvia ácida; es biodegradable y duplica la vida útil de los motores por la óptima lubricidad que, especialmente, tiene el biodiesel.
· Se mejora la competitividad al no tener que importar fuentes de energías tradicionales.
· Son una alternativa viable al agotamiento ya sensible de energías fósiles como el gas y el petróleo, donde ya se observan incrementos en sus precios. Es importante destacar que los biocombustibles son una alternativa más en vista a buscar fuentes de energía sustitutivas, que sirvan de transición hacia una nueva tecnología como por ejemplo el hidrógeno.
· Un estudio realizado por los científicos del MIT independientemente del balance de energía, reemplazar la gasolina con etanol derivado del maíz reduciría considerablemente el consumo del petróleo, porque la producción de biomasa y el proceso de conversión requiere poco petróleo
· La comparación con el petróleo es inevitable: costosos estudios para encontrarlo, su extracción y el traslado, los precios del barril, la contaminación y guerras desatadas en su nombre. Así que el biocombustible aparece como la mejor posibilidad de sustituir al petróleo de precio alto y escaso.

Los beneficios de los biocombustibles en la Argentina

Además, según los especialistas, América Latina tiene el potencial para cubrir una buena parte de la demanda mundial futura y la producción de biocombustibles crece año tras año.
Para este año el país necesitara 600.000 toneladas de biodiesel para mezclar con gasoil y 160.000 toneladas de etanol para agregar a las naftas, por lo que la producción de oleaginosas en la Pampa húmeda sobra para abastecer al mercado local.
La soja es el cultivo de mayor expansión en la región y, solo en la Argentina, hay 8 plantas (y 5 más en ejecución) para exportar millones de toneladas con destino a la fabricación de biocombustibles. Existe un proyecto de ley en el Senado de la Nación, presentado el 6 de julio del 2004 destinado a promover el desarrollo de energías alternativas limpias a ayudar de forma significativa al desarrollo sustentable de los biocombustibles en Argentina a través de incentivos fiscales a la producción y comercialización.

En un documento publicado por la secretaria de agricultura, ganadería y pesca y alimentos titulado “biodiesel en Argentina” se destaca la ventaja de producir biodiesel en la Argentina. Entre ellas:
1. La producción de oleaginosas en Argentina, principalmente soja, cubre la demanda que se necesita para la producción del biocombustibles, teniendo en cuenta que existen grandes superficies aptas para ello.
2. Con el desarrollo del biodiesel se podría originar mayor valor agregado al aceite, materia prima para la producción del biocombustibles.
3. Argentina es uno de los líderes mundiales de exportación de aceites vegetales.
4. Gran mercado interno de consumo de combustible diesel.
5. Posibilidad de emplear el biodiesel puro combinado con el combustible fósil. Actualmente el gasoil es el combustible que lidera el consumo, con el 50,6% del total de combustibles consumidos. Esto es fundamental por la posibilidad que tiene el biodiesel para sustituir el gasoil o mezclarse con el mismo en la proporción que desee sin alterar el normal funcionamiento del motor. Por ejemplo, 20% de biodiesel, 80% de gasoil.
6. Favorable impacto ambiental.
7. Compromiso de Gobierno Nacional en apoyar todo proyecto para producir biodiesel.
8. Actualmente las plantas elaboradoras de aceite se localizan en 6 provincias Argentinas la mayoría de las mismas cercanas a las zonas de embarque Pcia. de Santa Fe y sur de la Pcia. de Buenos Aires, respondiendo a la actual estructura agroexportadora Argentina.

Desventajas del uso de los biocombustibles

a. El costo de producción de los biocombustibles casi dobla al del de la gasolina o gasóleo (sin aplicar impuestos). Por ello, no son competitivos sin ayudas públicas.
b. Se necesitan grandes espacios de cultivo.
c. Potenciación de monocultivos intensivos, con el consiguiente uso de pesticidas y herbicidas.
d. El combustible precisa de una transformación previa compleja. Además, en los bioalcoholes, la destilación provoca, respecto a la gasolina o al gasóleo, una mayor emisión en dióxido de carbono.
e. Su uso se limita a un tipo de motor de bajo rendimiento y poca potencia.
En resumen, no se encuentra un biocombustible líquido (bioetanol y biodiesel) que sea claramente más ventajoso que otro (la elección dependerá del fin al que se destine), ni siquiera por su costo, que varía en función de diversos factores: materias primas utilizadas, precio en el mercado de los subproductos y derivados producidos con el biocombustible, costo de la energía y tecnología utilizada en el proceso de transformación, así como el propio tamaño del vegetal. Aunque producir un bioetanol o biodiesel, resulta más costoso que generar gasolina y gasóleo, gracias a los decrecientes costos de las materias primas agrícolas y a las mejoras en la tecnología procesadora, se espera que los costos de la producción de biocombustibles se reduzcan en un 30% para el 2010.

Trabajo realizado por los
Alumnos de 4° año A, B, C y D
De la materia Introducción a la Física

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